Preparados para el frío

El otoño cada vez está más cerca e igual que preparamos nuestro vehículo para las temperaturas y los viajes estivales, debemos preparar nuestro coche para el cambio de estación. Con el otoño la temperatura comienza a descender, aparece la lluvia y las primeras heladas.
Vamos a señalar los principales puntos a revisar en nuestros automóviles para que no nos aparezcan desagradables imprevistos no deseados.

NEUMÁTICOS: La única superficie de contacto entre el coche y el asfalto. Debemos comprobar su estado general, comprobando los testigos de desgaste (1,6mm de profundidad mínima por seguridad y legislación). Es recomendable cambiarlos antes de llegar a los testigos. Importante también es la edad del neumático, ya que las propiedades del caucho de la goma se van perdiendo y la misma se endurece y cuartea, perdiendo adherencia. Un neumático con más de cuatro años, aunque tenga la profundidad correcta ha perdido hasta en un 60% su eficiencia, por lo que es aconsejable su sustitución. La fecha de fabricación de los neumáticos viene en el flanco del mismo.
ESCOBILLAS Y LÍQUIDO LIMPIAPARABRISAS: Con las primeras lluvias, notamos que las escobillas no barren correctamente la luna, dejando marcas. Seguramente las altas temperaturas del verano las hayan cuarteado. Compruebe el estado de las mismas y sustitúyalas en caso necesario. También hay que comprobar el líquido limpiaparabrisas y rellenarlo para poder limpiar y tener en perfectas condiciones de visibilidad las lunas.
REFRIGERANTE: Igual que en verano el motor sufría altas temperaturas, ahora con las primeras heladas corremos el riesgo que se congele. Hay que comprobar su nivel y rellenar con el mismo líquido en caso necesario. Utilizar un líquido acorde a las temperaturas de su zona. Es recomendable sustituir el líquido completo del circuito de refrigeración cada dos años. En cualquier taller especializado le comprobarán con un densímetro el estado de su líquido refrigerante.
ACEITE: El motor siempre debe funcionar con el aceite a nivel y en perfectas condiciones, para ello hay que llevar a cabo las sustituciones del mismo en las revisiones periódicas según los kilómetros que aconseja el fabricante. Compruebe el nivel del mismo con la varilla del motor y consulte en su taller de confianza el estado y aspecto de su aceite.
BATERÍA: Algunas baterías tienen algunos testigos para comprobar su estado, pero la gran mayoría no. Con los cambios bruscos de temperatura la batería sufre, por lo que es conveniente que un profesional revise su carga y estado. La vida útil de una batería es de unos 4 años. Los talleres mecánicos disponen de instrumentos de medición de la carga de la batería.
MOTOR DE ARRANQUE: Es el encargado de hacer girar el motor al inicio o arranque del motor. Es una pieza fuerte y que sólo actúa en el momento del arranque, pero cuyo mal funcionamiento puede hacer que nos quedemos aparcados sin poder mover el coche. Una comprobación por parte de profesionales es muy aconsejable, ya que con una limpieza, ajuste y engrase, alargaremos su vida útil y no nos quedaremos tirados a primera hora de la mañana al tratar de arrancar.
CALENTADORES: Los calentadores o bujías de incandescencia tienen como misión calentar el aire que el motor aspira. Los motores diesel, a diferencia de los de gasolina cuya detonación del combustible se produce por el salto de chispa de una bujía, producen la combustión del gasoil por presión y temperatura. La presión se alcanza por la compresión dentro del cilindro pero la temperatura depende de las condiciones exteriores. En otoño la temperatura exterior baja por lo que es insuficiente, la combustión del gasoil se dificulta enormemente e incluso se hace imposible. Hay que mencionar también que con la instalación de los calentadores se mejora mucho la fase de funcionamiento en frío y se reducen mucho los contaminantes por la mejora de la calidad de las combustiones. La comprobación de su estado no es fácil y se debe realizar en talleres cualificados.
ALUMBRADO: Cada vez anoche más temprano, por lo que debemos circular con el alumbrado encendido. Hay que comprobar que todas las bombillas funcionan correctamente y la orientación y altura de las luces delanteras para evitar deslumbramientos.

Las revisiones periódicas permiten que algunas de estas deficiencias se detecten y subsanen, evitando así averías.